El 15 de febrero de 1947, el avión Vought Sikorsky OS2U “Kingfisher” Nº 308 de la Fuerza Aérea de Chile, efectuó el primer vuelo de un avión chileno en la Antártica, pilotado por el Teniente 1º Arturo Parodi Alister, cumpliendo una misión de observación y soberanía.
Una aeronave similar a esta ha sido restaurada y se encuentra en exhibición en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, en Santiago.
Los especialistas del museo lograron restaurar hasta sus más mínimos detalles, incluyendo los instrumentos, su matrícula y la pintura original con la cual sobrevoló el territorio antártico, desafiando turbulencias, ventiscas, temperaturas bajo cero, lluvia y agua nieve, barreras que, al igual que hoy, impone el continente helado.
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