DEL 2 DE JULIO DE 2019
El evento astronómico cubrió una franja de 145 km de ancho y se observó desde el Océano Pacífico, al este de Nueva Zelanda, cruzando Sudamérica en diagonal de oeste a este.
En Chile se observó en toda su magnitud en las Regiones de Coquimbo y Atacama con una duración aproximada, cubriendo todo el sol, de 1 minuto y 52 segundos.
Un eclipse solar se produce cuando la Luna se interpone en el plano de la luz del Sol y proyecta su sombra sobre la superficie de nuestro planeta.
Cuando es total, la Luna – que es más pequeña que el Sol- logra debido a la distancia y al plano de su órbita cubrir momentáneamente el disco solar. Su sombra se proyecta sobre la Tierra y alcanza a cubrir una franja de un poco más de un centenar de kilómetros de ancho.
Quienes habitan en el área señalada asisten a uno de los más espectaculares fenómenos naturales que se registran cada 14 meses en promedio.
Según los astrónomos, se puede ver uno de estos eclipses solares en el mismo lugar cada -nada menos- que aproximadamente 375 años.
Buen tiempo
Los pronósticos meteorológicos fueron certeros porque el cielo de esas dos regiones estuvo completamente despejado y claro.
Los cálculos astronómicos tampoco fallaron pues el Sol fue cubierto totalmente por la Luna aproximadamente a las 16.40 horas local.
Observatorios astronómicos
Muchos se preguntan por qué es tan importante este fenómeno para Chile. La respuesta es que por primera vez en la historia, en la franja donde se proyecta la sombra de la Luna y se obscurece completamente el paisaje se encuentran parte de los observatorios astronómicos más importantes del planeta.
Nos referimos a los observatorios de La Silla, Cerro Tololo y Cerro Pachón en donde sofisticados y modernos telescopios e instrumentos de observación tuvieron la oportunidad de estudiar el eclipse desde su parcialidad hasta el máximo, cuando el disco solar fue tapado durante 1 minuto y 52 segundos totalmente por la Luna.
Eclipse y comportamiento animal
Aparte de constituir una oportunidad extraordinaria de estudiar el Sol para los astrónomos, hubo un gran número de científicos de diferentes especialidades que hicieron lo propio.
Por ejemplo, los estudiosos del clima verificaron los cambios de temperatura y de la fuerza y dirección del viento mientras duró el fenómeno.
Para quienes investigan el comportamiento de los animales, la obscuridad que provocó el eclipse sirvió para analizar si el reloj biológico está sincronizado, por decirlo así, con el movimiento del Sol.
Las aves diurnas comenzaron a chillar y volver a sus nidos y los animales nocturnos empezaron a despertar. Los más conocidos, grillos y lechuzas, comenzaron a cantar.
El próximo eclipse total de Sol se producirá en nuestro país el 20 de diciembre de 2020 y podrá verse en la Región de La Araucanía.
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